- Huir de la tentación:
“Huyan de la inmoralidad sexual. Cualquier otro pecado que una persona cometa, está fuera de su cuerpo; pero el que fornica, peca contra su propio cuerpo.” – 1 Corintios 6:18
- Guardar el corazón y la mente:
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” – Proverbios 4:23
- Mantener el compromiso marital:
“El matrimonio sea honroso en todos, y el lecho conyugal sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.” – Hebreos 13:4
- Buscar la voluntad de Dios:
“Porque esta es la voluntad de Dios: que vivan una vida santa, que se aparten de la inmoralidad sexual.” – 1 Tesalonicenses 4:3
- Practicar la autocontrol:
“Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” – Gálatas 5:22-23
- Buscar apoyo en la comunidad cristiana:
“Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” – Gálatas 6:2
- Renovación de la mente:
“Renúvense en la actitud de su mente; y vístanse del nuevo hombre, creado a imagen de Dios en justicia y santidad verdadera.” – Efesios 4:23-24
- Evitar situaciones comprometedoras:
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.” – 1 Corintios 6:18
- La pureza sexual, según la Biblia, implica resguardar no solo las acciones físicas sino también los pensamientos y deseos del corazón, buscando la voluntad de Dios y practicando el autocontrol con la ayuda del Espíritu Santo. La comunidad cristiana puede ser un apoyo crucial en este camino.