Servicio del Domingo: Junio 16, 2024
PASAJE BIBLICO
Gálatas 5:22-23
“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.”
TEMA
La paz de Dios, una paz profunda y duradera, está disponible para los creyentes a través del Espíritu Santo y es capaz de soportar cualquier tormenta. Esta paz es un fruto del Espíritu y se obtiene por medio de Jesús. En tiempos de adversidad, como las tormentas de la vida, la presencia y las oraciones de Jesús nos protegen y acompañan, asegurándonos que no estamos solos y que Él tiene el poder para sostenernos. Las tormentas no son el final, sino un medio en el cual Dios trabaja para nuestro bien, reforzando su promesa de seguridad y cuidado constante. Somos llamados a recordar que la fe en Dios nos brinda paz y seguridad en medio de las dificultades. Esta paz de Dios trae sanidad, libertad, restitución, unidad, y restauración; le pertenece a Dios, pero por su misericordia y a través de Jesús, su Espíritu Santo, nos proporciona esa paz a nosotros.
CLAVES
1. La tormenta tiene un objetivo
El propósito de Dios nos lleva allí
Mateo 14:22
Marcos 4:39
Salmos 148:8
2. No estamos olvidados en la tormenta
Las oraciones de Jesús nos protegen
Mateo 14:23
Hebreos 7:25
3. No estamos solos en la tormenta
Jesús se acerca en medio de la dificultad
Mateo 14:24-25
Isaías 43:1-2
Salmos 46:1-3
Salmos 46:10
Hebreos 13:5
4. Jesús tiene el poder sobre las tormentas
Jesús nos sostiene en la tormenta
Mateo 14:26-29.
Juan 16:33
5. La tormenta no es el fin, es el medio
Las promesas de Dios nos dan seguridad La tormenta no es el fin, pero Pedro sintió que su fin había llegado. El creyó que todo había terminado
Mateo 14:30-34.
Salmos 138:8
Salmos 37:23-24
REFLEXIONA
¿Recuerdas una ocasión en que viste la mano de Jesús en medio de tu tormenta?
¿Cuándo pasas por dificultades te resulta fácil pedir ayuda a Dios?